«Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero». — Salmos 119:105 (NVI)
Hay momentos en los que no sabemos qué hacer. El camino delante parece confuso, y las decisiones que debemos tomar no siempre son claras. En esas horas oscuras, la Palabra de Dios se vuelve lo que más necesitamos: una luz que alumbra justo donde estamos, y que señala el siguiente paso.
Dios no siempre revela todo el camino, pero sí nos da suficiente luz para avanzar con confianza. Su Palabra no es solo conocimiento, es guía para nuestra vida. Al leerla, encontramos sabiduría, consuelo y dirección.
Hoy, si te sientes perdido o inseguro, abre la Biblia con fe. Pide a Dios que te hable. Y cree que, incluso en la noche más oscura, su Palabra será la lámpara que necesitas.