Un amor con ojos abiertos

«Esto es lo que pido en oración: que el amor de ustedes abunde cada vez más en conocimiento y en buen juicio, para que puedan discernir lo que es mejor y ser puros e irreprochables para el día de Cristo». — Filipenses 1:9-10 (NVI)

Pablo no ora simplemente por más amor, sino por un amor que crece en conocimiento y buen juicio. Esto nos enseña que el amor verdadero no es ciego, sino que necesita ojos bien abiertos para saber cómo actuar.

Un amor sin conocimiento puede ser bien intencionado pero, a veces, perjudicial. Pero cuando nuestro amor se combina con la sabiduría de Dios, obtenemos el discernimiento que necesitamos. Este discernimiento es clave para elegir «lo que es mejor», tanto para nosotros como para los demás, y nos ayuda a vivir una vida que honra a Cristo.

La meta final de este crecimiento es ser hallados «puros e irreprochables» en la presencia de Cristo. Hoy, pidamos que nuestro amor no solo sea profundo, sino también inteligente y sabio.

Oración: «Señor, te pido que mi amor por ti y por los demás crezca cada día más, guiado por tu sabiduría y conocimiento. Ayúdame a usar el buen juicio para discernir lo que es mejor y vivir de una manera que sea pura y agradable a tus ojos. Amén».

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente