«Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo». — Efesios 6:11 (NVI)
¿Te has dado cuenta de que la vida del cristiano es una lucha constante? Ojalá pudiéramos simplemente desear que las luchas desaparecieran, pero lamentablemente, no funciona así. La buena noticia es que Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para enfrentar nuestras batallas (vv. 13-17).
Estas batallas son diferentes para cada uno: algunos pueden enfrentar circunstancias difíciles, otros miedos que les impiden actuar, y otros luchan contra fuertes tentaciones. Pero no importa qué estés enfrentando, recuerda esto: Dios te ha equipado con las herramientas necesarias para luchar.
La victoria no depende de si eres débil o fuerte, hábil o torpe. Solo tienes que ponerte de pie y usar la armadura que Él te ha dado, confiando en que estás listo y que Él está de tu lado. No estás solo en esta batalla.