Sentir con el otro

«Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran». — Romanos 12:15 (NVI)

Este versículo encierra una profunda verdad sobre la vida en comunidad y el amor genuino. Nos invita a conectar con las emociones de los demás y hacerlas nuestras. No se trata solo de ser simpáticos, sino de una empatía activa, ya sea en la alegría o en el dolor.

Vivir este principio nos desafía a salir de nuestro egocentrismo. Es fácil alegrarse por las bendiciones propias o lamentar nuestras propias pérdidas, pero la verdadera prueba de amor está en nuestra capacidad de sentir con el otro. Cuando nos alegramos con los que se alegran, multiplicamos su gozo, y cuando lloramos con los que lloran, aligeramos su carga. Esta interconexión emocional es clave para edificar relaciones sólidas y una comunidad que refleja el amor de Cristo.

Así que, hoy, anímate a practicar este mandato. Mira a tu alrededor. ¿Quién necesita que compartas su alegría hoy? ¿Quién necesita que llores con él o ella? Que nuestra vida sea un eco de este versículo, un testimonio de amor y empatía.

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