Alegría y luz

«Los preceptos del Señor son rectos: traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es claro: da luz a los ojos». — Salmos 19:8 (NVI)

A menudo, la gente piensa en los mandamientos de Dios como reglas estrictas y amargas, pero este salmo nos revela su verdadero propósito. Los preceptos del Señor no son una carga; son rectos, es decir, correctos y justos. Nos revelan el carácter de un Dios que nos ama y lo mucho que le importan nuestras vidas. Lejos de oprimir, traen una profunda alegría al corazón.

Además, «el mandamiento del Señor es claro: da luz a los ojos», iluminando nuestro camino y ayudándonos a ver con claridad en un mundo a menudo lleno de oscuridad y confusión. Su Palabra es una guía que nos permite tomar decisiones sabias y vivir una vida plena.

Hoy, recuerda que la Palabra de Dios no es una imposición, sino un regalo. Búscala, confía en ella y permite que su verdad traiga alegría a tu corazón y luz a tu andar.

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