Él no se ha olvidado de ti

«¿Pero acaso se olvida la mujer del hijo que dio a luz? ¿Acaso deja de compadecerse del hijo de su vientre? Tal vez ella lo olvide, pero yo nunca me olvidaré de ti». — Isaías 49:15 (RVC)

Hay días en que sentimos que Dios se ha olvidado de nosotros. Tal vez oramos, pero el silencio es lo único que escuchamos. Nos duele, porque anhelamos una señal, una respuesta.

Pero Dios, a través del profeta Isaías, nos da una imagen poderosa: incluso si una madre se olvidara de su hijo (algo impensable), Él no se olvidará de ti. Su amor va más allá del amor humano.

Aunque no sientas Su presencia, Él está. Aunque no veas el resultado de tus oraciones, Él escucha. Aunque todo parezca lento o estancado, Dios sigue obrando detrás del telón.

Confía en que tu nombre está grabado en Sus manos (Is. 49:16). Él te tiene presente. Su silencio no es abandono, es preparación.

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