«Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se echa en el horno, ¿no hará mucho más por ustedes, hombres de poca fe?». — Mateo 6:30 (RVC)
Jesús nos recuerda que Dios viste la hierba del campo con una belleza asombrosa, aunque solo dure un día antes de ser cortada y echada al fuego. Si Dios se preocupa tanto por algo tan temporal, ¿cuánto más no se preocupará por nosotros, sus hijos amados?
A menudo, nos afanamos por el mañana: la comida, la ropa, las finanzas. Nos preocupamos por cosas que están completamente fuera de nuestro control, como si Dios no supiera de nuestras necesidades (Mt. 6:32). Este versículo nos invita a reflexionar sobre nuestra poca fe. ¿Realmente confiamos en que Dios suplirá todo lo que necesitamos?
Dios nos llama a descansar en su soberanía y amor. Si Él cuida de la hierba, ciertamente cuidará de nosotros. Dejemos a un lado la ansiedad y confiemos en que nuestro Padre celestial ya conoce nuestras necesidades y las proveerá.