«No se contenten solo con oír la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica». — Santiago 1:22 (NVI)
Oír es el primer paso, pero la fe viva se demuestra al actuar. Es fácil asentir con la cabeza a lo que la Biblia dice, pero el verdadero cambio ocurre cuando dejamos que esas verdades transformen nuestras decisiones y acciones. Es fácil caer en la trampa del ritualismo y convencernos de que somos buenos cristianos porque «leo la Biblia cada mañana» o «nunca falto a la iglesia». Sin embargo, Santiago nos advierte que esta mentalidad es un autoengaño.
Hoy, ¿cómo puedes poner en práctica lo que ya has oído? Da un pequeño paso. La obediencia en las cosas pequeñas construye el camino hacia una vida plena anclada en la voluntad de Dios. No te engañes pensando que el conocimiento es suficiente. La verdadera fe no se mide por la frecuencia de nuestros rituales, sino por cómo la Palabra de Dios transforma nuestro carácter y nuestras acciones. El punto no es solo saber, sino vivir lo que sabemos.