Redentor y maestro

«Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir». — Isaías 48:17 (RVR60)

Ese pasaje nos recuerda una verdad poderosa y reconfortante: Dios no es un espectador distante, sino un guía personal e intencional. Él se revela como nuestro Redentor y maestro. La frase «te enseña provechosamente» nos muestra que Su instrucción no es teórica, sino práctica y para nuestro beneficio. Dios nos guía no solo para evitar el peligro, sino para que prosperemos en el camino que Él ha trazado para nosotros.

Al reflexionar sobre esto, podemos preguntarnos: ¿Estamos prestando atención a la dirección de Dios en nuestra vida diaria? ¿Reconocemos Su voz a través de la oración, la lectura de la Biblia y la sabiduría que nos rodea? Confiar en que Él nos encamina por el camino que debemos seguir nos libera de la ansiedad de tener que resolverlo todo por nuestra cuenta. Podemos descansar en Su sabiduría, sabiendo que Su propósito para nosotros es siempre para nuestro bien.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente