«¿Quién es el hombre que teme al Señor? Será instruido en el mejor de los caminos». — Salmo 25:12 (NVI)
Temer al Señor no es tenerle miedo, sino un profundo respeto y reverencia. Es reconocer su grandeza y su sabiduría por encima de la nuestra. Cuando vivimos con esta actitud, nos volvemos humildes y receptivos a su guía.
El Salmo 25 nos asegura que el hombre que teme al Señor será instruido. Esto significa que Dios nos mostrará el camino correcto, el que lleva a la paz y la plenitud. Nos guiará a través de las decisiones difíciles, nos dará discernimiento y nos ayudará a caminar con integridad.
Oración: «Mi Señor, te pido que me enseñes a caminar en tus caminos. Que mi vida refleje respeto por Ti y que siempre esté abierto a tu instrucción. Amén».