«Más bien, debieran decir: “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”» — Santiago 4:15 (NVI)
A menudo, hacemos planes como si fuéramos los únicos dueños de nuestro futuro. Nos enfocamos en lo que queremos lograr, sin tener en cuenta la voluntad de Dios. Sin embargo, este pasaje de Santiago nos recuerda una verdad fundamental: nuestra vida no nos pertenece por completo.
Nuestros planes y sueños son importantes, pero siempre deben estar enmarcados en la perspectiva de la soberanía de Dios. Reconocer que «si el Señor quiere» es una expresión de humildad y confianza. No es una forma de evadir la responsabilidad, sino de entregar el control a Aquel que lo sabe todo. Al hacerlo, encontramos paz y seguridad, sabiendo que nuestros pasos son guiados por el mejor de los planes.
Oración: «Padre, ayúdame a recordar que mi vida está en tus manos. Te entrego mis planes y sueños. Ayúdame a vivir con un corazón que dice “si el Señor quiere”, confiando en que tu voluntad es perfecta. Amén».