«Cuídense de no hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la atención. Si actúan así, su Padre que está en el cielo no les dará ninguna recompensa». — Mateo 6:1 (NVI)
Jesús nos confronta con la delicada línea que existe entre la verdadera justicia y la búsqueda de reconocimiento humano. Nuestras acciones, incluso aquellas que parecen buenas, pueden perder su valor si están motivadas por el deseo de la aprobación de los demás en lugar de la complacencia de Dios.
La advertencia es clara: cuando nuestra intención principal es «llamar la atención», perdemos la recompensa genuina que proviene de nuestro Padre celestial. Dios mira el corazón, la intención detrás de nuestras obras. Una acción realizada con humildad y sinceridad, buscando honrar a Dios en secreto, tiene un peso eterno.
Hoy, examina tus motivaciones. ¿Por qué haces lo que haces? ¿Buscas la alabanza de los hombres o la aprobación de Dios? Permite que este pasaje te recuerde la importancia de cultivar un corazón sincero, donde tu servicio y tu justicia fluyan de un amor genuino por Él.