«La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor». — Proverbios 15:1 (RVR60)
Qué verdad tan poderosa y práctica nos regala Salomón. En un mundo donde las discusiones escalan rápidamente y las redes sociales amplifican cada palabra, este proverbio es un recordatorio urgente. ¿Cuántas veces una conversación tranquila se ha transformado en un conflicto por una palabra hiriente? Y, por el contrario, ¿cuántas veces una respuesta serena ha desactivado una situación tensa?
La «blanda respuesta» no es debilidad; es sabiduría y control. Es reflejar el carácter de Cristo, quien, «cuando le maldecían, no respondía con maldición» (1 Pe. 2:23 RVR60). Hoy, antes de reaccionar impulsivamente, meditemos en este principio. Que nuestras palabras sean medicina, no veneno. Al final, no solo beneficia al otro, sino que nos trae paz a nosotros mismos.
¿De qué manera puedes aplicar este proverbio hoy para transformar tus relaciones?