Pegamento divino

«Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto». — Colosenses 3:14 (NVI)

Vivimos en una sociedad cada vez más fragmentada, donde las relaciones se rompen con facilidad y la soledad es una epidemia. Esta ruptura en las relaciones se debe a la falta de un amor genuino, el bíblico. Sin él, amistades, familias y comunidades pierden su unidad y acaban destrozadas.

La cultura que nos rodea a menudo reduce el amor a un sentimiento superficial. La Biblia, en cambio, revela un concepto que es mucho más práctico y que conlleva el sacrifico: una disposición a entregarse por el otro. Este amor bíblico es el cimiento de las relaciones duraderas, muy diferente a la visión romántica y a menudo egoísta que prevalece. Pablo nos dice que este amor es el «vínculo perfecto».

La buena noticia es que este amor transformador está a nuestro alcance. Quienes lo hemos recibido en Cristo podemos vivirlo y ofrecerlo. Al experimentar el amor incondicional de Dios en Jesús, somos capacitados para amar a los demás con esa misma profundidad. Vistámonos hoy de este amor bíblico, sanando relaciones y siendo un «pegamento divino» en un mundo que se quiebra.

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