«No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos». — Gálatas 6:9 (NVI)
Hacer el bien a menudo requiere perseverancia. Puede que siembres semillas de bondad y no veas resultados de inmediato, o incluso enfrentes obstáculos. Es fácil desanimarse cuando el esfuerzo no se traduce en una recompensa instantánea o cuando parece que tu trabajo pasa desapercibido. Pero la promesa de Dios es clara: si no nos damos por vencidos, cosecharemos.
Este versículo nos anima a mantener el curso, a seguir adelante con actos de amor, paciencia y servicio, incluso cuando sea difícil. Piensa en el granjero que siembra en primavera y espera con paciencia la cosecha en otoño. Él sabe que hay un tiempo para cada cosa, y que su arduo trabajo no será en vano. Así también, nuestra labor en el Señor nunca es en vano.
Hoy, si te sientes cansado o desanimado, recuerda que tu constancia tiene un propósito divino. Sigue haciendo el bien, sigue amando, sigue sirviendo. A su debido tiempo, verás los frutos de tu fidelidad. ¡No te canses!