«Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará». — Deuteronomio 31:6 (NVI)
Estas palabras de Moisés son un mensaje de aliento crucial para el pueblo de Israel. Las pronunció justo antes de que entraran a la Tierra Prometida, un territorio habitado por naciones poderosas y desconocidas para ellos. En un momento de gran transición y una marcada incertidumbre, y a punto de dejar su liderazgo, Moisés les recuerda la inquebrantable promesa de la constante presencia de Dios en medio de sus desafíos. No debían sentir temor, pues Él estaría siempre con ellos.
No importa cuán grandes parezcan los obstáculos que enfrentamos hoy, Dios nos acompaña en cada paso. Esta certeza es lo que nos libera del temor, dándonos el valor necesario para seguir adelante en confiada obediencia. En cada temporada, su presencia inalterable no solo es nuestro refugio seguro, sino también nuestra principal fortaleza frente a cualquier adversidad que podamos encarar.
Hoy, lo que sea que estés afrontando, recuerda y aférrate a esta promesa. Si el Señor tu Dios siempre está contigo, ¿por qué te asustas? Sé fuerte y valiente. Puedes avanzar con una confianza plena, sabiendo que su fidelidad es absolutamente inquebrantable y que Él jamás te abandonará.