«Jesús respondió: —Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”». — Mateo 4:4 (NVI)
La respuesta de Jesús al tentador nos recuerda una verdad esencial: nuestra alimentación no es solo física. Cuando Jesús cita Deuteronomio 8:3, nos enseña que la Palabra de Dios es tan vital para nuestra alma como el pan lo es para nuestro cuerpo.
En este momento de tentación, Jesús demostró que su fuerza no venía de satisfacer sus deseos inmediatos, sino de su obediencia y confianza en el Padre. Del mismo modo, en nuestras propias luchas y necesidades, la verdadera nutrición y fortaleza vienen de conectarnos con Dios a través de su Palabra.
No vivas solo para las necesidades materiales. Alimenta tu vida con la verdad y la guía que provienen de lo alto.