«Tú guardas en completa paz a quien siempre piensa en ti y pone en ti su confianza». — Isaías 26:3 (RVC)
Este versículo es parte del «cántico de victoria» del capítulo 26 de Isaías. El profeta, en un tiempo de gran agitación política y amenaza de invasión, proclama la seguridad y la paz que provienen de confiar en Dios. A pesar de los conflictos externos que enfrentaba el pueblo de Israel, el enfoque de Isaías no está en la amenaza, sino en el carácter inmutable de Dios.
En un mundo lleno de preocupaciones, este versículo es un ancla. Nos recuerda que la verdadera paz no se encuentra en la ausencia de problemas, sino en la presencia de Dios. No depende de nuestras circunstancias, sino de nuestro enfoque. Cuando nuestra mente está anclada en la fidelidad de Dios, incluso en medio de la tormenta, Él nos guarda en completa paz.
Cuando nuestra mente está enfocada en Él y nuestra confianza está depositada en Su fidelidad, Él nos sostiene. Esta paz es un regalo que nos guarda de la ansiedad y nos permite descansar, sabiendo que Él tiene el control.