«Deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda». — Mateo 5:24 (NVI)
Jesús nos da una prioridad clara: la paz con los demás es más importante que nuestro ritual religioso. A veces pensamos que si solo oramos más, leemos más la Biblia o servimos más en la iglesia, Dios estará contento. Pero Jesús dice que hay algo que debemos hacer primero.
La verdadera adoración no es solo lo que hacemos en el culto los domingos, sino cómo tratamos a las personas en nuestra vida diaria. ¿Hay alguna persona con la que necesitas reconciliarte hoy? Tal vez no sea un conflicto grande, sino una herida pequeña o un malentendido. El versículo nos anima a ocuparnos de esa relación antes de intentar ofrecer algo a Dios.
Él valora más un corazón que busca la paz que la ofrenda más grande.