«Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el mensaje del cual dieron testimonio; no valoraron tanto su vida como para evitar la muerte». — Apocalipsis 12:11 (NVI)
Este versículo es un poderoso recordatorio de nuestra victoria en Cristo. No importa la batalla que enfrentemos, ya sea con el miedo, la duda o incluso la muerte, la victoria está asegurada. Jesús, el Cordero de Dios, ya ha derramado su sangre por nosotros.
Nuestra parte es creer y dar testimonio de esa verdad. Al igual que los que se mencionan en este pasaje, estamos llamados a vivir una vida de fe, aferrados a la victoria de Cristo, sin que el miedo a las circunstancias nos detenga. Nuestro valor y nuestra fuerza no vienen de nosotros mismos, sino del sacrificio de Jesús. Él nos ha dado todo lo que necesitamos para vencer.