«Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando». — Salmos 23:5 (RVR60)
¡Qué escena tan grandiosa! Nos muestra una imagen increíble: Dios no solo te protege, sino que te eleva y te honra, preparando un banquete para ti justo cuando estás rodeado de tus problemas.
Piensa en esto: tus «angustiadores» pueden ser no solo personas malvadas, pueden ser el estrés, las preocupaciones, o cualquier dificultad que enfrentes. Pero en medio de todo eso, Dios no se esconde; Él te exalta. Te unge con aceite, una señal de bendición y honor, y tu copa rebosa de su abundancia. Esto significa que sus bendiciones no son escasas, sino que se desbordan, superando cualquier expectativa o necesidad que puedas tener.
Hoy, recuerda que Dios está contigo, incluso en tus dificultades, ofreciéndote su provisión y su amor incondicional. ¿De qué manera puedes confiar más en su abundancia hoy?